Los rudos, los rudos, los ruuuudos...
Hablar de la lucha libre puede parecer un ejercicio inútil o banal si no se cuenta con elementos precisos, ya no basta con decir, que "todo lo que rodea a la lucha libre es mágico, es mexicano, es auténtico, del pueblo" ni expresiones similares, hay que ir, una dos o tres veces y disfrutar los pequeños detalles, conocer un poco la organización de la arena (si es el caso, deportivo, foro o lo que se le parezca), los ritos, las actividades previas; tuvimos la oportunidad de ir, de pasar uno de las terapias mas desestresantes que aun existen, ver la pelea, con una perspectiva como si uno la estuviera viendo en blanco y negro, como si uno estuviera en el mismo edificio donde alguna vez lucharon grandes leyendas, que omitiré para evitar obviedades o intentos clasicos y recurrentes, llegar al foro, oler la humedad, oler el show, ver a los presentadores y animadores y tratar de entender a la persona en la que éste es su trabajo, de esto viven, este es su uniforme, su frac, su disfraz de referí, su mascara, su mallas, sus botas flexibles, los sonidistas, los iluminadores, las porras que asisten una y otra vez a apoyar a sus amigos vecinos de barrio, las pancartas, la comercialización al máximo pero en otros niveles, los vendedores de cervezas, de refrescos, de "charritos", de papitas, uno, dos, tres veces su precio comercial, y al final la lucha en si, para la que los atletas ensayaron las rutinas, los golpes, las llaves, las caidas, si eres rudo tienen que provocar al respetable, si eres técnico debes ser noble, inocente, hasta ciego y tarado, pero querido por la mayoría, ya no hablemos de los lances, del protagonismo de los referies, sino de la sensación de presenciar una lucha como tal, de saber quien ejecutará la mejor llave, a quien sangrarán, a quien le van a quitar la mascara (otra vez, si otra vez!) la lucha libre nos tiene que remontar indudablemente a nuestra infancia, a los que nos tocaron las peliculas de accion, blanco y negro y las primeras en colores diluidos.
La gente como, el público como es bien sabido, pone la mitad del show, las porras, los insultos, la creatividad, es lo que le da un plus, lo que te pone de buenas y te exige ser creativo tambien, pensar en los mejor insultos, en los piropos mas audaces, dependiendo, si es lucha de chicas o cuando las flamantes edecanes (con las que el relevo australiano sería una bendicion en una lucha de a dos de tres caidas sin limite de tiempo con cualquiera de ellas), la cosa es pensarle, buscar donde mas daño hace o mas risa causa, y cuando te pruebas, te das cuenta que tu tambien puedes aportar y con creces, "a ver, a ver, a ver, a ver a "quioras"?!! no traigo torta"..."Hay que cagar, si no es bodega"
Al final gana el bien sobre el mal, y el que no gana debera arrebatar, a retar a una pelea posterior, no importa si nuestro favorito fue vencido, la magia de la lucha es que volveran a medirse y por algo mejor....
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Yo iba a las luchas (el arte del costalazo) desde morrito gracias a un luchador de la colonia, ese wey nos llevaba a la ya añeja arena "neza", entrábamos porque le ayudábamos a cargar su maleta. Luchador amateur salido del gimnasio azteca budokan allá por la Villada, el wey era tablajero, pero le gustaba el arte del pancracio, no paso de ser luchador de esos que los suben al encordado a calentar lona, esas luchas mano a mano donde apenas esta llegando la gente a la arena y cual objetivo de estos señores es: aparte de calentar la lona, meterse con el publico a mentadas de madre para que la adrenalina suba y suba para las peleas estelares, claro y se consuma mucha más cerveza para después aventarla ya procesada con el grito clásico de: “Ahí va el agua culeros”.
ReplyDeleteTenia como 8 años cuando iba a ver esas buenas luchas y leyendo el programa (hoja de papel destraza serigrafiada con el consecutivo de las luchas que iba a ver y que de titulo se podía leer: “Programa” Súper relevos atómicos – Mascara vs. Cabellera a 2 de 3 caídas sin limite de tiempo – súper mano a mano – mascara Vs mascara) y que te regalaban en la compra de una bolsita de pepitas – garapiñados - cacahuates ó en la compra del trío de las clásicas revistas Halcón...ahí podías darte cuenta de quien iba a luchar....peleas grandes como aquellas épicas batallas de Canek vs. André el Gigante (un inche Frances de 2:30) y que el Canek cargaba en todo lo alto a dos manos....que buena pelea...también al solitario, Aníbal, los villanos, los brazos, el matemático, rocanbole, el as charro, canek, grand Hamada, los espectros, el santo, el "blu" demon, fishman, lizmark, el potro salvaje, el mocho cota, dorrell Dickson, Kato Kung lee, Kung fu, Huracán Ramírez, Ringo Mendoza y un sin fin de señores enmascarados que contribuyeron a que la fantasía de ese entonces, nosotros niños, creciera cada vez más y pensando en la posibilidad de héroes enmascarados luchando contra el bien o el mal en gran ciudad de México....y que después me hice esa misma analogía cuando apareció el subcomandante marcos en 1994....
Antonio René Montes