Crónicas de baño Volumen I

He visto con mucha sorpresa un fenómeno digno de un estudio social, el desempeño de personas profesionistas de alto rendimiento que en sus habitos higienicos en el baño de la oficina llegan a comportarse de las formas mas extrañas y bizarras, desde la persona que se blanquea los dientes, pasando obvio por el que contesta el baño y hasta tiene conferencias telefónicas dentro, sin profundizar en lo escatológico o grotesco, les quiero presentar algunas anecdotas involuntarias personales en la siguiente seri de crónicas de baño (de oficina of course). Ahora, desde que son perspectivas personales, los relatos están basados de origen principalmente en los sanitarios de oficina de hombres, en el momento que pueda compartir historias del baño de mujeres, as tal cual como Mijares puntualmente lo haré saber. Llamaremos Caballeriza al especio confinado para la taza del baño, y uno de los principios que me rigen, es que cuando voy a una de estas caballerizas, nunca hago contacto visual, por cualquier cosa, es mejor, me considero deshinibido en varias cosas, pero el baño, si lo veo como algo muy especial, y pues bien, estaba yo en mi caballeriza, resolviendo el logaritmo del origen de la inteligencia artificial, concentrado y a la vez relajado haciendo calculos en el aire, cuando de repente, oigo que alguien toca timidamente una puerta, o al menos sonaba como madera, o algo así, mi primera reacción fue ver hacia adelante, por abajo donde podía ver, por si había alguien que quisiera entrar por alguna urgencia, pero no, no vi a nadie frente a mi caballeriza, cuando vuelvo a escuchar el toc! toc! y oigo una vocesilla que dice: "Aqui, aqui estoy" y yo en mis adentros, pensé "Pepe Grillo, eres tu? o Dios eres tu?" cuando escucho de nueva cuenta otra vez "aqui" y veo a mi izquierda una mano que se asomaba por debajo del biombo y tal como la mano de los locos adams parecía hablar o ser una mano ventrilocua, pero no, tenía dueño que estaba sentado en la caballeriza de a lado y asomaba la manilla dicieno: "Oye! te dejaron papel? tu si tienes, por que yo no" cuando escuche eso, me llené un poquito de terror y creo que terminé de aflojar totalmente el cuerpo y hasta una gotita de sudor frio me resbaló en fracción de segundos, cuando volteo a mi izquierda para descubrir que si tenía, uuuuf! que alivio, y mi respuesta inmediata fue si! - Por favor regalame un pedazo. Entonces yo haciendo uso de mi habilidad de embalsamador de momias egipcias corte un largo pedazo el cual hice todo bolas y se lo aventé con la esperanza de que lo atrapara, y le digo ahi va, cuando lo aviento y la manita, despierta empieza a manotear hasta alcanzar el papel, "gracias" lo toma lo utiliza y se va. Y mientras yo, trataba de recuperar el hilo conductor de mi analisis mental, fue demasiado tarde, todo mi análisis se fue al jalarle a la palanca.