La primer pelicula de una trilogía, o la primer temporada de una de una serie, generalmente nos gustan porque plantean cosas sencillas, nos presentan a los personajes y situaciones principales, nos muestran como son, que es lo que hacen, que relación tienen unos con otros, sus momentos importantes, divertidos , los escenarios son en donde se desarrollan la mayoría de la trama, y también se presenta la actividad principal de los protagonistas.
Las segundas partes, en peliculas, en series, hasta en las bandas que graban su segundo disco pasa algo similar, una vez que ya conocimos lo básico, los elementos principales, no adentramos a una trama mas compleja, mas elaborada, a veces más oscura, donde vemos las verdaderas debilidades de los roles principales, donde se matizan, se vuelven más humanos y entendemos mucho más del personaje, en algunos casos, como en las peliculas, éstas, las segundas partes, tienden a ser más oscuras, y es donde alguno o algunos de los personajes principales, desaparece o simplemente no está, dando una sensación aun más, de complejidad desequilibrando lo que en la primera parte parecía balanceada. Pero tambien está la incursión de personajes nuevos que refrescan o fortalecen la dinamica de la historia, le dan otra perspectiva y llegan a ser fundamentales.
En el caso del cine, y de las trilogías, la tercera parte viene a redondear toda la historia, donde se entienden perfectamente a los personajes y los definimos como buenos-malos o malos-buenos y el porqué; en las series pasa algo similar, pero por la necesidad de seguir se cicla éstas fases para seguir manteniendo la atención.
Y la vida misma no está tan separada de estos conceptos, de hecho es de donde se basa para crear mas historias, de ficción o realidad, solo basta saber que parte es la que estamos viviendo.
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